El legado de Félix Rodríguez de la Fuente sigue vivo. Así se ha demostrado en el Salón de Actos Juan XXIII del campus de Rabanales de la Universidad de Córdoba en un acto organizado con motivo del 50 aniversario del estreno en televisión de la serie 'El Hombre y la Tierra' y que ha servido para conectar a dos generaciones, la que vivió el estreno de la serie y las nuevas generaciones de naturalistas, los jóvenes que estudian actualmente en la universidad.
La pasión es la misma: la naturaleza y su conservación, pero la realidad ha evolucionado con nuevos canales y modelos de comunicación. De hecho, el evento, organizado por la Facultad de Ciencias, nació a iniciativa de una estudiante de cuarto del Grado de Biología, Berta Muñoz Aranguren, quien ha destacado durante la presentación cómo la voz de Félix y su defensa de la conservación se han adaptado a una nueva época de redes sociales.
Junto a Berta, el acto ha contado con la moderación del profesor de la UCO Alberto Redondo y la participación de tres personas que, de una u otra forma, han estado vinculadas a Félix Rodríguez de la Fuente: su hija Odile Rodríguez de la Fuente, el también naturalista y compañero en la serie de televisión Joaquín Araujo Ponciano y su biógrafo Benigno Varillas Suárez quien destacó cómo Rodríguez de la Fuente podría haber sacado partido al mundo de comunicación instantánea de hoy en día: “el día en que el ser humano pueda comunicarse de forma universal, cerebro a cerebro, de forma instantánea y de forma gratuita, caería por fin esa cadena que nos echaron hace seis mil años”, recogió Varillas las palabras que el naturalista dijo en 1975 cuando no había ordenadores personales ni teléfonos pero que, de alguna manera que Rodríguez de la Fuente no podía imaginar, haría que el conocimiento fuera universal y horizontal.
Entre todos han llevado a cabo un coloquio en el que han hablado sobre la serie, el papel de la divulgación o la necesidad de conservación. Un coloquio en el que palabras como visionario o referente, el carácter pedagógico de su actividad o su enseñanza de que todo ser vivo tiene su espacio y función en la naturaleza estuvieron presentes. Un coloquio, además, en el que no se quedaron afuera anécdotas más cotidianas de quienes lo conocieron. Su hija Odile señaló cómo cuando escuchaban la melodía después de cenar corrían para ver la serie y que la clave del éxito de su padre se debió, en parte, a su pasión y capacidad para conectar con el público; Araújo Ponciano destacó los antecedentes a la serie y cómo se emocionó al recibir la llamada para participar en el programa; y Varillas Suárez explicó que ese "hombre" que se escondía detrás del título era, en realidad, una persona que habría de venir en el futuro, pero que, al mismo tiempo, ya había existido en el pasado, en el paleolítico, antes de la domesticación y de que nos hiciéramos propietarios y egoístas.
Como quedó patente durante el acto, la serie de 'El Hombre y la Tierra' fue y es un referente para la historia española. Como recordó el rector de la UCO, Manuel Torralbo, durante la presentación del acto, todas las personas tenemos en la mente el tono y la entonación de Félix y la melodía característica del programa. “Pero no solo nos dejó eso. También generó toda una serie de vocaciones gracias a su programa”, afirmó.
La decana de la Facultad de Ciencias, M.ª Paz Aguilar Caballos, destacó cómo 'El Hombre y la Tierra fue' una “obra pionera de la concienciación ambiental y de la conservación de la naturaleza”, algo que no era fácil en aquellos tiempos.