Del 10 al 13 de diciembre, en el Palacio de la Merced  y coorganizado por la Diputaci�n y la Universidad de C�rdoba a trav�s de la C�tedra de Estudios sobre el Hambre y la Pobreza, tendr� lugar un Seminario Internacional bajo el t�tulo " Cultivos del Pasado y Nuevos Cultivos para afrontar los Retos del Siglo XXI"

Las especies olvidadas e infrautilizadas (NUS, por su sigla en ingl�s), tambi�n conocidas como "los cultivos de los pobres", desempe�an un papel crucial en la lucha contra el hambre hoy y lo seguir�n haciendo en el futuro, especialmente en las partes m�s pobres y marginadas del mundo. Aunque cada vez m�s se reconoce su valor como recursos clave para el desarrollo agr�cola y rural, los esfuerzos para promover el inter�s y la investigaci�n sobre los mismos son escasos. Como reconocimiento al creciente valor de las NUS, las Naciones Unidas han designado 2013 como el A�o Internacional de la Quinua.

Seg�n la FAO se han identificado unas 30.000 especies vegetales comestibles de las cuales m�s de 7.000 han sido utilizadas en la historia de la humanidad para satisfacer las necesidades humanas b�sicas como comida, ropa, fibras, medicinas, materiales de construcci�n y combustible. En la actualidad, no m�s de 150 especies son cultivadas comercialmente, de las cuales 30 constituyen el 90% del aporte cal�rico a la dieta humana y solo tres (arroz, trigo, ma�z) representan m�s de la mitad de esa contribuci�n cal�rica.

Esta reducci�n en el n�mero de cultivos utilizados ha sido en parte el resultado de encuentros y desencuentros entre civilizaciones que a menudo han llevado a la sobreposici�n cultural de ciertas especies, un fen�meno que algunos definen como "colonizaci�n nutritiva". La mayor�a de los cultivos tradicionales ha sido ignorada por la investigaci�n y los programas de mejora gen�tica, por lo que tiene un gran potencial para aumentar su rendimiento.

Afortunadamente, muchas NUS a�n no se han perdido y son la base de los sistemas alimentarios locales de muchas zonas del mundo. Estos cultivos est�n adaptados a las condiciones agroecol�gicas de las �reas en las que todav�a existen, y tienen fuertes lazos culturales con las comunidades que los ofertan y los utilizan. Cultivos como la quinua, ca�ihua, oca, tarwi o arracacha siguen satisfaciendo hoy una parte importante de la alimentaci�n de las comunidades ind�genas de la regi�n andina.

Por otro lado, el proceso de globalizaci�n junto con los impredecibles cambios ambientales actuales aumenta la interdependencia de los pa�ses en cuanto a los cultivos y sus recursos gen�ticos. Eso ofrece m�s oportunidades a los cultivos infrautilizados. De hecho, es previsible que en ciertos pa�ses los cambios clim�ticos alteren la agroecolog�a y en consecuencia la productividad de cultivos alimenticios importantes y que �stos deban ser reemplazados por otros m�s adaptados a las nuevas condiciones. Tan importante como su valor de sustituci�n es su potencial para conseguir una mayor diversificaci�n de cultivos que permita aumentar la resiliencia y por tanto amortiguar los efectos negativos de la variabilidad clim�tica.

En la actualidad, el 70 % del hambre y la pobreza se concentra en las zonas rurales de los pa�ses en desarrollo, raz�n por la cual el Banco Mundial ha reconocido que la inversi�n en agricultura es dos veces m�s eficaz en la lucha contra el hambre que la inversi�n en cualquier otro sector. A pesar de ello, la proporci�n de ayuda oficial al desarrollo (AOD) del sector agr�cola ha ca�do del 16% en 1986 a menos del 5% en la actualidad, mientras que, por primera vez en la historia, el n�mero de hambrientos ha superado los mil millones. La comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas, ha reconocido la necesidad de aumentar la inversi�n en el sector agr�cola, enfatizando el apoyo al uso de la biodiversidad y a los peque�os agricultores, para quienes los cultivos infrautilizados tienen un significado especial.

En las �ltimas d�cadas las nuevas demandas del consumidor han aumentado las oportunidades de mercado para especies infrautilizadas tanto a nivel dom�stico como internacional. Esto ha supuesto la revalorizaci�n de algunas especies, lo que ha demostrado su potencial cuando existen pol�ticas de apoyo e inversiones adecuadas. Por esta raz�n, muchas especies que estaban marginadas hace 20 a�os tienen ahora un papel destacado en el mercado; por ejemplo la quinua ( Chenopodium quinoa ), la granada ( Punica granatum ), la maca ( Lepidium meyenii ) y la r�cula ( Eruca sativa ).

Por �ltimo, las necesidades de la sociedad actual y una mayor capacidad tecnol�gica est�n llevando a la domesticaci�n y el uso de un n�mero creciente de plantas silvestres, transform�ndolas en nuevos cultivos conocidos como promisorios, tanto para ser utilizados para la alimentaci�n, como para usos medicinales y para la obtenci�n de bio-energ�a.

Aunque los cultivos y especies infrautilizados son vitales para la supervivencia de las comunidades rurales pobres, la informaci�n disponible acerca de su producci�n, gesti�n y uso es escasa, lo que limita los esfuerzos para su mejora. Por tanto, es esencial que en el sector agr�cola, las entidades no gubernamentales, las agencias de financiaci�n y los centros de investigaci�n y desarrollo compartan, en la medida de lo posible, prioridades y objetivos al respecto.

Por todo lo anterior, varias instituciones internacionales y espa�olas decidieron organizar conjuntamente el Seminario Internacional �Cultivos para el Siglo XXI�. Las instituciones organizadoras redactar�n un documento de conclusiones y recomendaciones recogiendo las ideas e iniciativas m�s importantes surgidas en el Seminario. Ese documento podr�a adoptar la forma de una Declaraci�n.

 Este ser� el cuarto de una serie de seminarios internacionales organizados por Espa�a espec�ficamente para fomentar la lucha contra el hambre y la pobreza. Hasta ahora todos han tenido un fuerte impacto internacional, influyendo en el establecimiento de prioridades y desarrollo de pol�ticas. Por ejemplo, el documento final del Seminario celebrado en 2010 fue discutido como documento de trabajo en la Asamblea General en Nueva York.

M�s informaci�n e inscripciones en

http://www.cultivosparaelsigloxxi.com