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Viernes, 20 de Julio de 2007 15:46

C�rdoba, Lucena, Montilla, Baena y Cabra centraron la emigraci�n cordobesa a Filipinas y Am�rica durante los siglos XVI y XVII seg�n las investigaciones del catedr�tico de la UCO Antonio Garc�a- Ab�solo

G.C. - C.M.
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Los 1.794 emigrantes cordobeses que poblaron Am�rica y las islas Filipinas entre los siglos XVI y XVIII enviaron a los familiares cantidades econ�micas que supusieron un impulso para la sociedad de la �poca. En este sentido, los 224.996 ducados recibidos en C�rdoba eran "mucho dinero", seg�n explica el catedr�tico de la Universidad de C�rdoba Antonio Garc�a-Ab�solo, y fueron �tiles para el desarrollo de distintas obras p�as e incluso pr�stamos por los que se cobrar�an intereses.

El catedr�tico de la UCO, que estudia la vida de los pobladores indianos y filipinos y las repercusiones de la mezcla de culturas, destaca que las localidades con un mayor n�mero de emigrantes en el reino de C�rdoba fueron la capital, Lucena, Montilla, Baena y Cabra. Los principales destinos para los pobladores andaluces eran el Virreinato de Nueva Espa�a (M�xico), hasta donde llegaron 12.000 emigrantes; el Virreinato del Per�, con 6.000 andaluces; la zona de Nueva Granada (actual Colombia) y Am�rica Central.

Para estudiar la influencia de estas emigraciones en C�rdoba y Andaluc�a, Antonio Garc�a-Ab�solo ha recurrido a los testamentos y las cartas que se conservan en el Archivo de Indias, de Sevilla, que contienen datos personales como la profesi�n de fe de los fallecidos, su pertenencia a distintas cofrad�as, o la relaci�n de familiares que se pod�an beneficiar de la herencia, entre otras descripciones.

Testamentos

La instituci�n que velaba porque se cumplieran las �ltimas voluntades de estos fallecidos era el Juzgado de Bienes de Difuntos, y el procedimiento consist�a, por lo general, en inventariar los bienes y subastarlos para despu�s enviar el dinero a su lugar de nacimiento. En la recepci�n del testamento interven�an muchos familiares y amigos que detallaban con sus declaraciones la historia del desaparecido. De este modo, a menudo el emigrante fundaba en su testamento capellan�as para que se celebraran misas por su alma, patronatos para casar hu�rfanas y obras similares. Las fundaciones actuaban con los intereses que produc�a la inversi�n del dinero americano y los familiares del indiano eran los primeros beneficiados, pero tambi�n los ciudadanos que se serv�an de los pr�stamos.

Adem�s de este dinero, los emigrantes fallecidos tambi�n dejaron legados testamentarios que hoy forman parte del patrimonio de Andaluc�a. As�, hasta C�rdoba llegaron im�genes de cristos crucificados "hechas en ca�a de ma�z por los ind�genas con t�cnicas mexicanas", explica Garc�a--Ab�solo. Uno de las obras m�s populares de este arte es el Cristo de Gracia, que procede de Puebla de los �ngeles (M�xico). Por otro lado, el patrimonio americano de los archivos y bibliotecas de C�rdoba es otro de los objetivos de investigaci�n de este catedr�tico, que se�ala la digitalizaci�n de documentos relacionados con Am�rica como un posible proyecto.

China

Las relaciones entre los espa�oles y los chinos, que se extendieron a lo largo de m�s de tres siglos de convivencia, son, seg�n Garc�a-Ab�solo, "bastante desconocidas". Por esto, el catedr�tico trabaja junto con la profesora Marta Manchado en esta l�nea y tiene como objetivo formar un grupo de investigaci�n con historiadores chinos interesados en el proyecto.

Con el fin de contextualizar este periodo hist�rico, el catedr�tico recuerda que los espa�oles compraban en Manila productos chinos para despu�s venderlos en M�xico con grandes beneficios. Estas transacciones eran pagadas a los asi�ticos con importantes cantidades de plata mexicana. De este modo, muchos de los espa�oles que viajaron a Filipinas desde Espa�a y M�xico lo hicieron motivados por los cuantiosos beneficios de este comercio.

P.C. ( De " Andalucia investiga")